El paso del Arco

La paso del Arco es, sin duda, una de las celebraciones más significativas y hermosas de la escuela. Ese día, los niños y niñas que comienzan primaria atraviesan un arco de flores elaborado con amor por sus maestras del jardín de infancia, y con ese gesto simbólico dejan atrás la primera infancia para iniciar su camino en la escolaridad. Cada uno entrega una flor a su nueva maestra, con quien compartirán seis años de crecimiento y aprendizaje.

En la pedagogía Waldorf se considera que los primeros siete años son una etapa especial, en la que el niño se forma principalmente en lo sensorial, lo vital y lo físico. A partir de primero comienza un nuevo ciclo, con aprendizajes más estructurados y nuevos desafíos. El Paso del Arco visibiliza este cambio, ayudando a los niños a tomar conciencia, de manera bella y simbólica, de que han dado un paso importante en su desarrollo. También ofrece un ritual de despedida y bienvenida: se deja atrás la etapa infantil y se recibe la nueva con belleza, celebración, música y la presencia de toda la comunidad escolar.

Los alumnos de sexto, como padrinos y madrinas, los reciben con ternura y acompañamiento, iniciando una amistad que se cultivará durante todo el curso. Así, los mayores no solo cuidan de los pequeños, sino que también encuentran un espejo en ellos que les recuerda el camino ya recorrido.

 El Paso del Arco marca, entonces, la formación de la nueva primera clase, rodeada por la fuerza, el cuidado y el cariño de maestros, familias y compañeros. Es un momento de profunda emoción y gratitud, donde se hace visible la unión de la comunidad escolar y la belleza de acompañar a los niños en este nuevo comienzo.


También te puede interesar

Ver más artículos
La fiesta de Micael
El paso del Arco